jueves, 22 de noviembre de 2007

Prototipo


Sin duda gil, ha vivido algo más que nada; esto me contó de una inundación:
Ya me tienen hasta la verga los putos helicópteros, todos los putos días es lo mismo, desde que se inundo la puta ciudad, todos los días vienen helicópteros con comida, celebridades y personas del gobierno, las tres necesidades del ser humano, alimento, diversión y mierda para la cabeza.

Empezó a llover un jueves y para el lunes ya estábamos hundidos en la mierda, en la vil mierda, como en un escusado, caga y no le jales, orina y no le jales, vuelve a cagar y no le jales, orina y no jales y así y así hasta que un día se desbordara y terminara siendo una porqueriza en el piso de tu baño, así fue aquí en la ciudad, la lluvia sucia, se mezclo con el agua de las alcantarillas y que quedo como resultado; una ciudad inundada de mierda. Eso sin contar a la gente. Si contara a la gente sería demasiada mierda en esta historia.

Pues si, empezó a llover un jueves y para el lunes ya estábamos hundidos en la mierda, entonces la ciudad se hizo un caos, el agua llegaba hasta los segundos pisos, en algunos lugares hasta el tercero, yo vivía en unos edificios feosos, así como cubanos noventeros, vivía hasta el último piso, el cuarto para ser exacto, un asco de apartamento, pero lo suficiente para vivir, el único inconveniente era bajar por el alcohol, sabes lo que es subir al cuarto piso de un edificio con 6 sixs de huevos de toro, es mucho trabajo y mucho más para un huevón como yo.

La ciudad era un caos, pero para mí todo era normal, yo seguía con mi misma forma de vida de todos los días, dormir, levantarme, escribir, beber, escribir y volver a dormir, la comida no era problema, nunca lo era, el alcohol era un serio problema, siempre escaseaba, pero por esos días había robado de un bar 3 barriles de cerveza, ese bar era muy bueno, tocaban rock y vendían cerveza muy sabrosa, tan sabrosa como la que me había robado.

Esos barriles, salvaron mi vida, pero eso es otra historia, otra historia es la mujer que me acompañaba, estaba conmigo desde hace tiempo, estuvo conmigo en pobreza, en riqueza y nuevamente en pobreza, le tenía confianza y ahora le tocó vivir conmigo la inundada, así que para el domingo en la noche comprendí, que por algunos días, el cuarto sería mi jaula, contaba con una mujer y con cerveza, que podía salir mal.

Muchas cosas salieron mal, muchas, pero solo te contare esta; era viernes, 5 días sin energía eléctrica, sin poder salir y mi única distracción era esa mujer, así que tuvimos sexo muchas veces, la clave del sexo es la rapidez y la dureza, créeme un día hazlo lento y otro día hazlo rápido, veras muchos cambios, en los cambios estaba el truco.

5 días sin energía eléctrica y con tu pareja al lado como única distracción es la formula correcta para hacer el amor, creo que lo hacíamos como 8 veces por día, era como Sodoma y Gomorra pero sin manifestación divina, era genial o eso creía hasta que llegó el sexto día, era muy temprano, me acababa de levantar para tomar un trago de esa cerveza de barril, caliente con un consomé, si podía picaba cebolla, sacaba unas tostadas y me bebía esa cerveza, me senté en la cama, acaricié el muslo de mi mujer y empezaba a tocar su entrepierna, ella solo se movió con un gesto de placer, un suspiro de maldad cuando de repente ¡VERGA! UN PUTO HELICOPTERO PASO POR LA PUTA CASA, todas las pinches paredes retumbaron, los cuadros se cayeron, volaron los vidrios por toda mi puta sala, ya me tienen hasta la verga esos putos helicópteros, pasan 3 veces por día con comida, celebridades y personas del gobierno, las tres necesidades del ser humano, alimento, diversión y mierda para la cabeza.

2 comentarios:

Peniley Ramírez dijo...

este no esta cerrado, pero se gesta el estilo maravillosamente, de verdad me tienes encantada. Muy a lo pedro juan, muy a lo bukowski, muy a lo todos esos maestros que nos unen. :)

sigue, dale dale, escribe otro!!

Anónimo dijo...

ke onda jaja def te ha servido leer a charles... hay vas con el estilillo :) me gusto vale