martes, 20 de noviembre de 2007

La Hermana de Carlos

Estaba platicando con gil, de sexo y me contó esto:

No hay nada como rascarse el espacio entre los huevos y la pierna, rascarse un buen rato y después sacar la mano de ahí y olerse los dedos, un extraño aroma al que estamos acostumbrados, pero siempre ocultamos. Huimos de nuestra propia repugnancia como si fuera algo malo y en realidad es todo lo contrario.


Me rasco los tenates/tanates y me huelo la mano antes de dormir, todos los días, es algo normal en mi rutina diaria, rascarme y dormir, los fines de semana varía, en fin de semana sería “rascarse, oler, masturbarme, volverme a rascar, volver a oler, volver a masturbarme y dormir”. Empezaba a hacerlo, es decir me rascaba, cuando sonó el timbre de mi casa.


Me asomo por la ventana y veo la silueta de Carlos, me dice –Gil, guárdame esto- y me entrega un paquete por la silueta del mismo sabía que era droga, pero no sabía cuál podría ser, conociendo a Carlos solo podría ser marihuana, y en efecto lo era, 2 kgs para ser exactos, ¿Sabes lo que es 2kg de mota?. Es mucha mota, lo suficiente para una persona en un año, o tal vez para seis meses, conozco personas adictas a la mota, y la mota no causa adicción.


Le dije que se la guardaba, pero que tenía que dejarme por lo menos 200 gramos, una buena cantidad para un tiempo y realmente ver tanta mota me antojaba fumar un poco, me dijo que sí me la daba pero con una condición. Temía saber la condición, pero estaba muy corto de dinero, así que lo haría, -Es cogerme a tu hermana, ¿Verdad?- Solo sonrío y se fue.


Ahora masturbarse no era una opción, tenía que fumar un poco de la droga de Carlos, así que me prepare un buen churro, lo prendí y lo fumé. No hay nada más relajante que un buen churro, sonó el celular, era un mensaje de Carlos, que fuera a su casa, a cogerme a su hermana.


El pedo de cogerse a la hermana de Carlos, no es que su hermana sea una persona mala o algo así, si no que es una gorda, toda carnes, que en lo más mínimo me interesa en mi vida sexual, es una gorda enorme, ya saben, de esas con un trasero inmenso, pequeñas piernas, senos enormes y longa en lugar de vagina, prefiero masturbarme que cogerme a esa mujer, pero soy un hombre de palabra y cambie droga por cogerme a la hermana de Carlos y tenía que hacerlo.


Nunca he sido un hombre guapo, pero al pensar en que estoy a punto de coger con la hermana de Carlos, me hace pensar en que merezco una mujer hermosa en mi vida, pero por ahora, soy de la hermana de Carlos por un rato, unos 15 minutos, venirme en ella, fumar un cigarro, platicar unos minutos y huir de ahí y después, fumar un buen churro para olvidarlo. Y tal vez masturbarme, no lo sé.


Llegó a casa de Carlos y me abre su hermana, la condición de cogerse a la hermana de Carlos, es nunca decirle que nos acostamos con ella por droga, sino que nos acostamos con ella, porque es atractiva, es por eso que tengo que hablar con ella antes del acto, seducirla es fácil, ella es una putita, que le encanta comer y no me refiero a comida. Habló con ella y a los 5 minutos ya estamos cachondeando en el viejo sofá.


Nos seguimos besando unos minutos y empiezo a acariciarle una pierna para buscar su entrepierna, pero entre tanta carne es algo imposible, ella me toma la mano y me guía, siento su vagina mojada, es asqueroso, pero por algún extraño motivo, tengo una erección enorme y estoy demasiado excitado.


Es preciso para mí, meterme en ella, no resisto más, la llevo al cuarto, donde otros varios, tal vez cientos, tal vez miles, han hecho el amor con ella, la acuesto en la cama y me zambullo en ese mar de carne, busco su vagina y introduzco mi miembro en ella, me vengo justamente después de meterme, no duré nada, me siento avergonzado, pero terriblemente excitado, ella se ríe de mí, empiezo a creer que yo soy el humillado.


Me dice –No te preocupes, eres joven, vamos por el otro- No quise, me negué, me siento aterrado, en haberme excitado así con una mujer en lo más mínimo atractiva. Corro a mi casa, prendo un cigarro, mientras hago un churro, prendo el churro, me acuesto, me rasco los huevos, me huelo, me encuentro terriblemente excitado y me masturbo, me vengo y todo eso pensando en la hermana de Carlos.

2 comentarios:

Peniley Ramírez dijo...

BUENISIMO!!!esta vez si te doy diez con estrellita roja, jejejje. Lo unico que no me cuadra es que el hermano de la gorda tiene el mismo nombre que mi novio, asi que yo tmb me rascare, jejeje. Perdon por lo fina, pero el cuento lo amerita :)

Anónimo dijo...

jajaja xhido
wena por el tema
y kon regularidad
hay churros esn tus historias