martes, 23 de septiembre de 2008

Risa

"Oh! la alegría llegó

la alegría llegó
y sé que no dura para siempre"

Me encontraba bebiendo una sustancia horrible, no se si era una especie de agua de limón o un menjurge echo especialmente para las comidas corridas, no se pero el chiste es que era asquerosa me dio mas sed, la comida no era mala estaba acostumbrado a comer asquerosidades así, cuando de pronto la camarera me dice que si me puedo apurar, hay muchos jóvenes esperando mesa. Le contesto que se vaya a a la verga, me paro y me voy, sin pagar claro. Creo que la dejé pasmada por qué no hizo nada por cobrarme.

Camine por donde siempre y una loca gritaba algo de dios en la puerta de la iglesia, era de esas locas vagabundas ya de edad que dan lastima, pero no haces nada por ayudarla, la mire y me sonrió, solo unos 5 dientes se asomaron en esa boca, ahora el que no pudo evitar reírse fui yo.

Llegue a mi destino, la clase había empezado ya y opté por no entrar, me encontré a Ricardo y me dijo que si íbamos a fumar un churro. Para esto hay reglas, fumar marihuana en lugares pude ser muy divertido, solo si sabes cuidarte de las autoridades y para eso te doy consejos; nunca fumes en un lugar con señoras grandes, ni con cualquier otro tipo de mujer, al menos que sean marihuas como tú, una mujer  siempre es escandalosa, otro consejo es que fuma en lugares altos, entre mas alto estes mejor, no te escondas para fumar, entre mas evidente sea menos creeran que eres tu. Te puedo dar mas, pero no es lo que escribo ahora, escribo de que me iba a fumar en la escuela con Ricardo en lugar de entrar a mi clase.

Y eso hicimos, subimos al techo del edificio “c”, nos sentamos, prendimos el “joint”, platicábamos estupideces de marihuano y veíamos la gente y los carros pasar, le contaba a Ricardo mi experiencia con la loca vagabunda y me conto una experiencia similar, solo que la loca no le sonreía sino que le mostraba el dedo, ya sabes el dedo , la “britneyseñal”, nos reíamos tal vez era chistoso, tal vez era la droga, cuando de repente en la calle aparece esa loca, cruzándola, asi toda harapienta, el pelo desgreñado, mirada perdida, llega un Juan Escutia y la atropella, asi la atropella, la hace mierda, hay tripas y sangre por todos lados,  y no puedo ocultar un poco de placer en ver el espectáculo, le digo al Ricardo que vayamos a ver que pedo.

Bajamos las escaleras rápidamente y un monton de gente veía el cadáver de una desconicida, una estúpida gritaba por una ambulancia y mi risa de marihuano adornaba la escena, el camión la había empujado hacia debajo de el y un neumático le había echo pedazos la cabeza, solo se veía su boca, que me sonreía, con sus dientes, exactamente eran 5 dientes y yo sonreía con ella.

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