domingo, 28 de octubre de 2007

Cumpleaños


Gil, cumplio años y me lo conto así:


Recuerdo que se acababa de terminar la segunda botella de tequila cuando Carlos empezó a hablar de la chava de la que esta enamorada, el pobre buey sigue obstinado con una mujer que nunca le hará caso. Todos les dan consejos y le dicen palabras para animarlo la verdad yo me abstengo, esa perra nunca lo va a pelar. Así que sigo tomando tequila mientras veo a una pareja manosearse que están a mi lado. Siempre me gusta ver ese tipo de cosas y más si las parejas son raras y amorfas me cago de la risa.

Eran las dos de la mañana muy tarde para ir a un lugar y muy temprano para meterse, así que juntamos dinero y fuimos a compras Brava, que es la peor cerveza que se puede tomar, un albañil es mas digno y compra caguamas, nosotros no teníamos dinero ni para eso. Fui a comprar las bravas con el metralla, le decimos metralla por tartamudo y me intento contar una historia que le había pasado la semana pasada, pero entenderle algo a ese cabrón es muy difícil y la verdad su tartamudeo me caga de la risa, así que hago lo que siempre hago cuando estoy con el, asentir la cabeza.
Llegamos a la tienda y una cola impresionante, todos con cervezas en las manos, era una muy bonita escena chavas haciendo cola para entrar al baño, se podía ver de todo desde fresas impacientes con cara de susto, hasta las gatas de las colonias mas feas de la ciudad, todo en esa cola. Esto me recuerda que todos los seres humanos somos iguales, todos tenemos necesidades en este caso mear.

El metralla fue por las bravas mientras yo observaba, este tipo de lugares me ponen nervioso, pareciera que los ricos y los pobres fueran amigos, pero en realidad se odiaban y siento que en cualquier momento ocurriría una desgracia.

Pagamos las cervezas y compramos unos cigarros, al llegar con los demás estaban trepados en la camioneta, dije algo como –que pedo- y Carlos contesto –nos invitaron a una fiesta, súbete- Me subí con miedo por que Carlos estaba ebrio, pero confié en sus habilidades para conducir, grave error, todo el camino estuvimos a punto de chocar varias veces y se subió a tres banquetas, si existe un dios, en ese momento estuvo con nosotros.

Al llegar a la fiesta no conocíamos a nadie así que hicimos lo que cualquier persona hace al llegar a un lugar donde no conoce a nadie: lucirse, caminábamos como en fiebre de sábado por la noche y todos se nos quedaban viendo hasta que Carlos tropezó y tiro la cerveza, todos lamentaron lo de la cerveza y luego le empezaron a mentar la madre, parecían una bola de animales, pero es que somos animales todos.

Me aterrice en una silla y Carlos me siguió los demás se habían perdido, empezó a decirme algo de la chava que le gusta, pero no lo oí, yo estaba en el limbo del estado de ebriedad, me encanta ese momento, todo es lento y lejano, solo piensas en no dormirte y entonces mientras contemplaba al vació fue cuando la vi, ella también me miraba, al comprender que me miraba la mire a los ojos y me sonrió coquetamente. Que diablos hacia una mujer coqueteándome y lo peor es que no decidía si ir a ver que pedo con ella o quedarme sentando, aparte andaba pedo y eso es crucial.
Nunca he sido maricón y menos cuando me creo galán por andar en mi estado etílico, me pare y le pregunte que por que me sonría, dijo algo de que le recordaba a un familiar, le pregunte su nombre pero no lo recuerdo creo que era rosa no estoy seguro y la platica siguió fluyendo, me dijo - esta es mi casa no quieres conocer mi cuarto- eso son las cosas que siempre recuerdas, son cosas que no se olvidan nunca.

Entramos a su casa y olía a casa de clase media-baja, ese olor por algún extraño motivo me gusta, entramos a su cuarto y tenia pósters de grupos musicales de mierda, había una pequeña tele que me recordó a una que tuve hace varios años y tenia una gran colección de peluches, odio a esas madres me dan miedo y me ponen nervioso. Miraba su cuarto cuando sentí sus labios juntos a los míos, así que le conteste el beso. Besaba bien, deduje que era una puta, pero en ese momento me valió madre, un buen palo siempre me baja la peda y me alza el ánimo.

Cogía muy bien y disfrute mucho al hacerlo con ella, cuando acabamos me pidió mi celular y mi nombre le dije Gerardo e invente un número que no es el mió. Lo peor que me podía pasar en estos días era que una puta se enamorara de mí. Simplemente mi familia no lo aceptaría.

Salí del cuarto y Carlos estaba vomitando mientras Juan lo ayudaba, eso siempre me da asco así que fui a buscar un cigarro, la vieja me seguía y me quería hacer platica la ignore el resto del tiempo que estuve ahí. Espero que eso la haya echo comprender.

Conseguí mi cigarro, agarre una latita de cerveza y me senté en la banqueta a fumar y a pensar en lo que acababa de hacer, siempre me da ese remordimiento después de hacer algo así, pero con otra lata se me olvidaba, Carlos se me acerco y me dijo –we, es hora de irnos- le conteste que si y nos largamos de ese lugar. Ni siquiera me despedí de ella.

Arrancamos con dirección hacia mi casa, por que yo soy el que vive mas lejos eran ya las cuatro de la mañana pero Juan dijo –muchachos, vamos a un putero- todos dijeron que si al unísono, mierda ahora tenia que ir a huevo a un putero, lo peor es que se supone que ya nadie tenia dinero, ahora todos tenían dinero.

Fuimos al “Dreams” la verdad es un buen lugar, las bailarinas no están tan mal y la bebida no es tan cara, no hay maleantes en ese lugar solo maestros y obreros es decir el proletariado, nos estacionamos y todos entramos alegres, había una joven bailando, muy buena, güera, con buen trasero y buenos senos la verdad fui feliz al verla, cuando la vi a la cara, tuve una gran sorpresa, era mi vecina de enfrente. La hermana de unos de mis mejores amigos bailando en un tubo medio encerado y mostrando todos sus atributos, verla fue lo mejor que me pudo haber pasado ese día, ver a la mujer con la que siempre me masturbaba bailando frente a mi, al verme solo pudo hacer algo y la verdad lo comprendo. Salir corriendo a los camerinos.

Me quede tan sorprendido que no dije nada, nos sentamos y pedimos una cubeta, el plan era una cubeta y nos íbamos. Vimos a las chicas bailar pero no deje de pensar en mi vecina en todo el resto de la noche. Nos fuimos del Dreams y Carlos dijo –no mames we, me van a meter la verga- eran las 6:30 de la mañana. Arrancamos y me fue a dejar a mi casa.

Al llegar observe la casa de mi vecina y pensé en que estaría pensando ella, abrí la puerta de la casa y mis papas no estaban, entre a mi cuarto y me acosté a dormir. Diablos cumplir quince años fue lo mejor que me pudo haber pasado.


Si así fue a los quince años, no quiero saber a los veinte.

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